domingo, 20 de julio de 2014

Instrucciones para medir el tiempo...con latas de atún


Hace unas semanas descubrí a un autor que me sorprendió de una forma muy particular. Se trata de Julio Cortázar, autor argentino  que con su obra "Historias de cronopios y famas" nos  da una lección a propósito de los límites de la imaginación.

Pues bien, después de adentrarme en su capacidad de extraer una historia, una frase o media página de cualquier situación cotidiana he llegado a la conclusión es que he estado desperdiciando el 90% del tiempo en mi vida, pues los límites nos los ponemos nosotros mismos.

Nuestra capacidad creativa es ilimitada.

Los relatos que más me han sorprendido de la obra son los que forman parte de "Instrucciones para hacer cosas" como "Instrucciones para llorar" , "Instrucciones para subir una escalera", "Instrucciones para dar cuerda al reloj", e incluso "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj".

"Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro.  Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto.
Duración media del llanto, tres minutos"

( Fragmento de "Instrucciones para llorar" )

Es un libro muy recomendable para adentrarse en el desconocido y misterioso mundo de los microrrelatos, del que los autores latinoamericanos tienen mucho que aportarnos.

Pero además de Cortázar hay otro ejemplo  más cercano  a los que procedemos de mis tierras de naranjas, arrozales y veranos de mediterráneo sol . Se trata de Joan Fuster, que con su ensayo  "Diccionari per a ociosos" nos regala una serie de definiciones atípicas para algunas palabras escogidas de cada letra del abecedario.
Sin duda, otra lección de creatividad.

Dado que mi favorita es la definición de la palabra TIEMPO: 

"Què és el temps? Allò que creix mentres dorms. Això és el temps?"

("¿Qué  es el tiempo? Aquello que crece mientras duermes. Eso es el tiempo")

Dada la relatividad del tiempo y la relatividad de la inspiración, he decidido crear una nueva sección , siguiendo las directrices de estos dos autores: INSTRUCCIONES PARA MEDIR EL TIEMPO.

Y créerme , os vais a sorprender de la cantidad de formas que hay para medirlo. Sólo tenéis que animaros a confiar en vosotros mismos y a incentivar vuestra creatividad.

Como dijo Cortázar en una entrevista:

Charles Chaplin
"Hay dos tipos de lectores: el activo y el pasivo.
La literatura no se debe entender como una calle con un sentido único.
El Romanticismo tendió a considerar al creador  como un pequeño Dios venerable y al lector como a los fieles  que debían recibir el mensaje de Dios (...)
 Actualmente pienso que entre el autor y sus lectores hay o puede haber una dialéctica dinámica muy fecunda.(...)
Pero no se trata de escribir na literatura didáctica, se trata de que el lector sea parte del libro, tenga parte responsabilidad dentro del libro. (...)
Es lo que yo denomino: lector cómplice."




Instrucciones para medir el tiempo con una lata de atún.

Materiales: una lata de atún, metro, plato, pan, camisa blanca recién planchada.

Requisitos: conocimientos básicos de geometría, tiempo libre.

Dificultad: media.

Elija un día de aburrimiento sin ocupaciones de ningún tipo, preferiblemente un domingo después de la misa, la visita a casa de los padres, o el vermú del mediodía.

Abra su despensa y extraiga de ella un la lata de atún en aceite de oliva. Hágase con un metro y tomé las medidas pertinentes

Si su lata cumple con los criterios internacionales de latas estándar de atún las medidas obtenidas deben ser las siguientes:

Diámetro: 6,5 cm
Altura: 3,5 cm
A continuación dispóngase a calcular su volumen.

Le recordamos que geométricamente una lata de atún cumple con las características de un cilindro y  que la fórmula para calcular el volumen de éste es la siguiente.

V= p · r2 · h

Donde V es el volumen. p el número pi ,una constante que  relaciona la circunferencia con su diámetro y cuyo valor nunca termina porque es un número irracional. Finalmente  h  es la altura.
Así pues tenemos,
V= p · (6,5/2)2· 3,5
V= 3,14 · 10, 56 · 3, 5
V= 116,05 cm3

Elaborando las equivalencias pertinentes en unidades del sistema internacional:

cm3= ml =gr
116,05

A continuación compruebe el valor numérico indicado en la lata:

Peso neto: 85 g / Peso neto escurrido: 52g / Contenido: 85ml

Vuelva a leer el valor del contenido.

Al ver que no coinciden, no se inquiete, respire hondo, hemos calculado el contenido teniendo en cuenta el recipiente.  Si desea calcular el verdadero volumen del producto dispóngase a abrir la lata, para ello hágase con un plato y dos rodajas de pan.

Vierta el contenido sobre esas dos rodajas. En ese momento usted se percatará de que todavía lleva puestas sus mejores galas dominicales.

Sienta la densidad del aceite esparciéndose entre el blanco de su camisa recién planchada.

Deseche la idea con la que tanto entusiasmo debuto al principio de este manual. Ya no importa cuanto ocupaba ese pedazo de carne que algún día tuvo un proyecto de vida debajo de las aguas marinas y que ha sido injustamente víctima de su experimento casero.

Ahora su máxima preocupación es evitar mancharse lo menos posible.
Dé camino a la redención masticando cada centímetro cúbico imposible de medir.

Digiera esa rabia.

Para llevar este sentimiento a su máximo apogeo dispóngase a descifrar los números impresos en la parte superior de la lata que acaba de abrir.

Consumir preferentemente antes de:

31.12.1999

Sienta esa impotencia que nos queda al descubrir que hace muchos domingos que no abrimos la despensa.

FIN


A las latas de atún que tanto me están ayudando a sobrevivir.
…y a T, por comprender mi obsesión por el atún.


Os dejo con un sorprendente video de la BBC sobre la pesca de atún en las aguas del sur de España.
Aquí se ve reflejada la lucha de dos seres carnívoros por una misma presa.
La ley del más fuerte. Pensar en ella la próxima vez que vayáis a comeros una lata de atún.

  



2 comentarios:

juanjo dijo...

Sin duda alguna Clara te has empapado perfectamente del espuritu de Cortazar
Besazos

pecosilla dijo...

¡Gracias Juanjo!
Espero que ese espíritu me siga persiguiendo.

Besitos