lunes, 10 de junio de 2013

Autopsiando pinceladas: elogio a la ventana




La ventana es el punto de referencia de que dispone para soñar desde dentro el 
mundo que bulle fuera, es el puente tendido entre las orillas de lo conocido y lo 
desconocido, la única brecha por donde puede echar a volar sus ojos, en busca de 
otra luz y otros perfiles que no sean los del interior, que contrasten con éstos.

Martín Gaite, C.: Desde la ventana


Este es uno de esos cuadros que enamoran por su aparente sencillez , pues nadie puede evitar ese sentimiento de vacío y desasosiego que transmite con la primera mirada. 

Pero para intentar comprender  a los cuadros, al igual que para intentar comprender a las personas, es bueno detenerse un instante a observar.

Como he dicho , las primeras palabras que fluyeron libremente por mi mente ante esta imagen fueron las siguientes: 

abandono, final, vacío, soledad, desasosiego, pérdida, enfermedad, lágrimas, silencio, muerte...

Pero entonces volví a focalizar mi atención, esta vez en el título "Sol en una habitación vacía",
el Sol , tiene un ritmo circadiano y cíclico, pues siempre se despide , pero por la misma razón vuelve a salir.

Entonces las siguientes palabras que anarquizaron mi pensamiento fueron:

calma, paz, amanecer, una nueva vida...como cuando por fin llegas de un viaje muy largo a tu destino, o te acabas de mudar a un nuevo hogar.

Pero también podría ser al revés.

Esta imagen es reversible, translucida, cabe dentro de la talla de todos los sentimientos de transición

...y la culpa es de la ventana

Obsevar esta imagen me ha hecho percatarme de que los ciudadanos cotidianos menospreciamos a las ventanas, menospreciamos ese nexo entre opuestos, entre la realidad y la ficción , entre la prisión y la libertad, entre lo individual y lo colectivo, entre aquello consciente y lo subconsciente, entre lo privado y lo público.

Por eso , os invito a mirar a través de ellas, tanto desde el interior como desde el exterior...

... porque son los cuadros de nuestro museo cotidiano.

Redescubrireís la vida


Nota: Ahora que supongo habreís llegado a vuestras propias conclusiones os contaré que 
este fue uno de los últimos cuadros de Edward Hopper, peor en mi opinión no creo que precisamente por eso su objetivo fuera narrar la soledad; sino más bien, dibujar un mapa de experiencias vitales a través de la sencillez de una habitación vacía iluminada por la luz del Sol que deja entrar la ventana.





4 comentarios:

juanjo dijo...

Me encanta Hooper y me ha encantado tu entrada. Disculpa si mi comentario es corto pero acabo de llegar de la selectividad despues de 12 horas y me dispongo a derrumbarme en el sofa
Besitosssssssss

pecosilla dijo...

No te preocupes Juanjo, con que mires por la ventana me basta.No pretendo más .

¡Y disfruta del Slectivo que me he enterado que está en peligro de extinción!

Un beso

Anónimo dijo...

Pocas veces calzamos zapatos ajenos... Nos cuesta romper nuestros esquemas, nos sentimos "bien" en nuestra zona de confort. En ese momento debemos mirar a nuestro alrededor, pintar las paredes si no nos gustan y salir por la ventana a tomar un poco de aire si hace falta.

Hooper y tu reflexión me habéis evocado a la película de Cadena Perpetua: "Empeñarse en morir o empeñarse en vivir"

Saludos.

pecosilla dijo...

Este cuadro y la pintura de Hopper poseen tantas interpretaciones como modos de mirar a tarvés de una ventana.

A pesar de que no he visto la película que nombras (me la apunto) por tu comentario puedo descifrar una interpretación socialmente comprometida.

Solo me queda decir..

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