lunes, 30 de marzo de 2015

Brújula imantada


"Dentro de veinte años estarás más decepcionado de las cosas que no hiciste que de las que hiciste. Así que desata amarras y navega alejándote de los puertos conocidos. Aprovecha los vientos alisios en tus velas. Explora. Sueña. Descubre”. 

(Mark Twain)

Antes de adentraros en esta pedacito de ficción itinerante me gustaría hablaros del propósito del mismo, el cual habréis intuido en la cita anterior. Este es mi humilde homenaje a todos aquellas almas aventureras que por diferentes motivos son conducidas al arte del viajero solitario. Y de todas ellas , gran parte de la dedicatoria es para las mujeres que viajan solas. ¿Por qué?  Por no temer a la marca de sus huellas, por aprender a disfrutar del placer de despertarse en una ciudad desconocida con la soledad como única compañera de letargo, por destruir los mapas con la imprevisible brújula de la perdición, por atreverse a intercambiar miradas lascivas con sus desvergonzados ojos nómadas.... y sobretodo por sentir durante todo el viaje que son ellas mismas.

A ellas ( y a ellos) va dedicado.
Viajera solitaria antes de atravesar el "Arco da rua Augusta" en Lisboa.
Fotografía de Maricruz Suárez

Brújula imantada

(microrrelato)

Al fin llevé a cabo mi experimento. Coloqué a una mujer solitaria en una ciudad desconocida.
 Al cabo de un tiempo hallé el resultado; la mujer dejó de tener pasado y abandonó su futuro para extraviarse en la misteriosa incertidumbre del presente.
Sólo experimenté algo parecido el día que coloqué un imán sobre mi brújula. 
El día en el que sentí que el mundo terminaba.

FIN

Gracias a Isabelle Isnard por regalarme su ausente presencia durante mi llegada a Lisboa.

Os dejo con la voz de un alma viajera: Cat Power.

Feliz semana


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